IVI Alicante - Clínica de Reproducción Asistida y Fertilidad

En general mi experiencia en IVI ha sido muy positiva. Disponen de la mejor tecnología, un equipo altamente profesional y una plataforma online muy útil, con respuestas rápidas y eficaces. El trato, aunque correcto, en ocasiones puede resultar algo distante y en consulta no siempre se ofrece toda la información de manera proactiva, lo que requiere que el paciente tenga que plantear muchas preguntas. En mi caso particular, ya que todos somos diferentes,cuando el acompañamiento fue más cercano por parte de Paloma, el doctor Muñoz y Héctor, la experiencia resultó notablemente mejor. Dado que se trata de un proceso que no siempre tiene éxito a la primera, ese componente más humano puede marcar una diferencia importante en el recorrido del paciente. Gracias por todo.

No sé cómo poner en palabras todo lo que siento, pero gracias es un buen comienzo. Gracias al EQUIPO IVI Alicante por acompañarme en uno de los viajes más importantes de mi vida. Por tratarme con tanto cariño, por estar ahí en cada paso, por vuestra humanidad, vuestra paciencia, y por hacerme sentir en casa incluso en los momentos más difíciles. No solo encontré un equipo increíble, encontré personas que dejaron huella. Millones de GRACIAS.

Desde el primer día que entramos en la clínica IVI de Alicante, nos sentimos acompañados, comprendidos y tratados con un cariño inmenso. Quiero agradecer especialmente al Dr. Muñoz, a Paloma, a Davinia, a Laura y a todo el equipo, porque cada uno de ellos ha puesto su profesionalidad y su corazón para ayudarnos a cumplir nuestro sueño. Hoy podemos decir que nuestro bebé está en camino, y aunque aún no ha nacido, ya sentimos que gracias a ellos hemos llegado a este momento tan especial. Recomendaría esta clínica siempre, con los ojos cerrados, porque no solo son grandes profesionales, sino también personas que te hacen sentir arropado en cada paso del camino.

Mi marido y yo no podemos estar más contentos con el trato recibido en la clínica. Todos y cada uno de los profesionales que trabajan allí han estado pendientes de nosotros en todo momento. Queremos agradecer en especial a Paloma y al Dr Muñoz por haber sido tan atentos, empáticos, profesionales y humanos con nosotros. Hoy, gracias a ellos ya tenemos lo que más deseábamos y en febrero le veremos la carita. Muy felices!

En la primera cita de diagnóstico, el trato fue impecable. Nos dedicaron tiempo, nos explicaron detalladamente el proceso y parecía que estábamos en buenas manos. Sin embargo, pronto descubrí que esa atención inicial fue solo una estrategia comercial para vendernos la FIV. Una vez pagada y a medida que avanzaba el tratamiento, la experiencia fue empeorando. Durante la estimulación ovárica, tuve dudas sobre la medicación. Al preguntar, la enfermera me hizo sentir muy mal, hasta el punto de darme un ataque de ansiedad. Además, me increpó por estar en un grupo de apoyo para la infertilidad, que a día de hoy considero fundamental. Mis controles no fueron llevados siempre por el mismo médico, lo que me hizo sentir que no había un seguimiento adecuado. De hecho, me llevaron a punción con un nivel de estradiol de solo 750, a pesar de tener una buena reserva ovárica (+20 folículos, antimulleriana de 1,84). No me advirtieron ni propusieron cancelar. Solo se recuperaron 2 ovocitos cuando se esperaban unos 15. Aún aturdida por la anestesia, el médico me informó que ante los malos resultados y si daba mi consentimiento, congelarían los 2 ovocitos y repetiríamos estimulación. Acepté. Pero al irme, la secretaria me presentó un presupuesto de casi 3.000 € por la congelación. Nadie me informó antes. Ante el precio preguntamos si valía la pena hacerlo, pero no nos atendió el ginecólogo aunque lo pedimos. Solo la secretaria dijo: "os recomiendo congelarlos porque no sabéis si sacaréis alguno la próxima vez". Sin fuerzas para discutir y con miedo a no conseguir más ovocitos, aceptamos. Finalmente, no obtuvimos ningún blastocisto de esa punción. Regresamos para una segunda estimulación. Al salir de consulta (y no antes), nos comunicaron que el precio de la FIV había subido 200 €, a pesar de tener ya un presupuesto previo firmado. En cada revisión esperábamos +40 min. para ser atendidos durante apenas 15. Me sentía incómoda al hacer preguntas por las respuestas escuetas del médico. En mi nueva clínica nunca sentido eso; las consultas duran lo necesario y siempre preguntan amablemente al final "¿dudas? :-)". En IVI, tras gastar 13.000 €, jamás sentí ese espacio ni que el médico estuviera implicado ni que yo le importase. Se aplicó un protocolo estándar, no adaptado a mí. Los resultados lo confirman. Pedí FIV/ICSI + PGT-A porque el médico estimó 5 blastos. Tras la segunda punción obtuve solo 1. Aun así, realizaron el PGT-A (unos 2.000 €), sin consultar si tenía sentido hacerlo con un solo embrión. Otra muestra de falta de personalización. Antes de la transferencia del único embrión conseguido y que me había costado 16.000 € pregunté si debía hacerme pruebas inmunológicas o endometriales. Me dijeron que no. La transferencia resultó en un negativo, y la única propuesta de IVI fue repetir todo el proceso (ajustando un poco medicación), lo que implicaba un ciclo más y otro gasto adicional. Perdí toda confianza en IVI. Sentí que solo les importaba el dinero. Me decepcionó profundamente la falta de empatía, apoyo y seguimiento. Me sentí sola. En su vídeo promocional presumen de un +90% de éxito tras tres intentos, pero incluyen como éxitos todas las betas positivas, incluso las que terminan en aborto. El éxito no es una beta positiva, sino un bebé en casa. Otros médicos me han confirmado que IVI cometió errores graves: no cancelar la punción con un estradiol tan bajo, no hacer pruebas antes de transferir el único embrión, y sobre todo, no hacerme sentir nunca acompañada. Mi experiencia con IVI me dejó una herida profunda. No olvidaré lo vivido. Aunque pagué mucho dinero, lo que perdí emocionalmente no tiene precio. Por suerte, hoy estoy en otra clínica en manos de un equipo que sí me cuida de verdad.

Estamos muy contentas porque gracias a la doctora María Esther y a Loli, en unos meses podremos tener a nuestro bebé. Todo el personal ha sido siempre muy amable con nosotras y estaremos siempre agradecidas.

Mi pareja y yo acudimos al centro IVI de Alicante con el objetivo de congelar mis óvulos para obtener un embarazo en un futuro próximo. Nos atendió un equipo de profesionales fantástico, muy atentos, muy humanos, muy bien preparados. El proceso no es complicado pero hay que ser minuciosos con el tratamiento y los fármacos, y todo el equipo se esmeró en guiarnos en todo momento. Hay un portal digital con el que te mantienes en contacto con el equipo, resolviendo todas tus dudas. La comunicación fue excelente durante todo el proceso. A través de este portal accedes a tus facturas, tus recetas médicas y tus resultados, y si falta algo les mandas un email y te lo envían. Mi pareja y yo estamos muy contentas con el resultado y con el trato de todo el equipo. Esperamos verlos pronto para intentar ese embarazo!