Clínica Podológica San Román en Alicante

Estaba insegura respecto a operarme, ya que había oído que la recuperación tras una cirugía de juanetes podía ser extensa y dolorosa. Sin embargo, en esta clínica me presentaron una opción que me convenció: una intervención de mínima invasión. Casi no experimenté molestias, y logré retomar mis actividades habituales mucho antes de lo esperado. El equipo es muy profesional, se toma el tiempo para explicarlo todo con detalle y te guía en cada etapa. ¡Sin duda los recomendaría totalmente!

Después de años sufriendo por mis juanetes, decidí que ya era hora de hacer algo al respecto. El dolor era constante, no solo al caminar largas distancias, sino incluso con zapatos cómodos. También estaba el aspecto estético, que me hacía sentir incómoda en verano, evitando sandalias o cualquier zapato que dejara mis pies a la vista. Investigué bastante y encontré esta clínica, que me llamó la atención por su experiencia en cirugía mínimamente invasiva. Desde el primer momento, sentí que estaba en el lugar correcto.
La primera consulta fue clave. Me atendieron con muchísima paciencia, resolviendo todas mis dudas. Me explicaron en detalle qué era la técnica mínimamente invasiva, los pasos del procedimiento y cómo sería la recuperación. Me gustó que fueran realistas: no prometieron magia, pero sí una mejoría notable con un proceso mucho menos doloroso que el de las cirugías tradicionales. Esto me dio la confianza para dar el paso.
El día de la operación estaba nerviosa, pero el equipo fue muy amable y me tranquilizó en todo momento. Lo mejor fue que la cirugía no necesitó anestesia general, solo local. El procedimiento fue mucho más rápido de lo que esperaba; en menos de una hora ya estaba fuera del quirófano. Lo que más me impresionó es que no hubo cortes visibles ni puntos grandes, ya que usan pequeñas incisiones. Me fui a casa el mismo día, con instrucciones claras sobre cómo cuidarme y qué podía hacer.
La recuperación fue sorprendentemente llevadera. El primer día tuve molestias, pero nada que un analgésico suave no pudiera manejar. Me indicaron que podía caminar desde el principio, con ciertas precauciones, y eso fue algo que marcó la diferencia. En menos de una semana ya podía moverme con bastante normalidad, y al cabo de un mes casi ni recordaba que me había operado. Ahora, varios meses después, mis pies están perfectos: el dolor desapareció por completo, la forma del pie es mucho más estética, y puedo usar cualquier tipo de calzado sin problemas.
Quiero destacar también el seguimiento postoperatorio. Me sentí muy acompañada en todo momento. En las revisiones, siempre se aseguraban de que estuviera cómoda y de que mi recuperación fuera como esperaban. Nunca tuve la sensación de que me "dejaban sola" después de la operación, algo que he oído de otras clínicas.
Si estás dudando, como lo hice yo durante años, te animo a que consultes con esta clínica. No solo son grandes profesionales, sino que además te hacen sentir que eres su prioridad. Operarme aquí ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. ¡Gracias de corazón al equipo por devolverme la calidad de vida y la confianza en mis pies!

Siempre había escuchado que las operaciones de juanetes eran complicadas, pero esta clínica me demostró lo contrario. Desde el primer momento, todo fue fácil: explicaciones claras, cirugía rápida y una recuperación mejor de lo que imaginaba. Ahora mis pies están perfectos, y puedo caminar sin molestias ni incomodidades. ¡No podría estar más agradecida!

Estaba indeciso sobre operarme, ya que siempre había oído que recuperarse de la cirugía de juanetes era un proceso largo y doloroso. Sin embargo, en esta clínica me propusieron una opción diferente: una intervención mínimamente invasiva. La experiencia fue sorprendente, apenas tuve molestias y pude retomar mis actividades habituales mucho antes de lo esperado. El equipo es muy profesional, te informa de todo detalladamente y te apoyan en cada etapa del tratamiento. ¡Lo recomiendo al máximo!

Acudí a la Clínica San Román con un juanete que me causaba molestias al caminar, y desde la primera consulta me sentí en las mejores manos. El equipo fue muy profesional, y optamos por la cirugía mínimamente invasiva. Lo mejor de todo fue que, después de la intervención, ¡pude salir caminando sin necesidad de muletas! La recuperación ha sido mucho más rápida de lo que imaginaba, sin apenas dolor y sin complicaciones. Las pequeñas incisiones hicieron que la cicatrización fuera perfecta, y no tuve que lidiar con tornillos ni fijaciones incómodas. Ahora puedo caminar y disfrutar de mi día a día sin dolor.
Recomiendo esta clínica al 100%, ¡los resultados hablan por sí solos! Gracias a todo el equipo de la Clínica San Román por devolverme la calidad de vida.